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¿Cómo cuidar las joyas enchapadas en oro?

Las joyas enchapadas en oro que trabajamos en Joyas Incanto están elaboradas con una base de bronce de alta calidad, recubiertas con una gruesa capa de oro y una capa final de barniz protector que les otorga un brillo duradero y una mayor resistencia al desgaste.

A diferencia del baño de oro tradicional, nuestras piezas están enchapadas con una capa de oro mucho más gruesa y duradera, lo que les otorga una mayor resistencia al paso del tiempo. De igual forma, para conservar su brillo y prolongar su vida útil, es importante seguir algunos cuidados esenciales:

  • Evitá el contacto con agua: No uses tus joyas en la ducha, piscina, mar o al lavarte las manos. El agua y la humedad pueden deteriorar el enchapado con el tiempo.
  • No las expongas a productos químicos: Perfumes, cremas, alcohol, desodorantes, detergentes y productos de limpieza pueden dañar la capa de oro. Aplicá estos productos antes de ponerte las joyas y esperá a que se sequen.
  • Quitátelas para dormir o hacer ejercicio: El sudor y la fricción constante pueden afectar el brillo y el color del enchapado.

Como se trata de joyas enchapadas en oro y no de joyas de oro, se deben seguir estas recomendaciones para alargar su vida útil.

¿Cómo cuidar las joyas de acero quirurgico?

El acero quirúrgico 316L es un tipo de acero inoxidable de alta calidad que presenta varias ventajas:

  • Resistencia a la corrosión: Ideal para uso diario, no se oxida ni pierde brillo fácilmente.
  • Hipoalergénico: Perfecto para personas con piel sensible o alergias a otros metales.
  • Durabilidad: Soporta golpes y roces sin deformarse ni dañarse.
  • Fácil mantenimiento: No requiere cuidados complejos como otros metales preciosos.

Las joyas de acero quirúrgico no necesitan tantos cuidados, sin embargo, si queres mantener tus joyas siempre brillantes y en excelente estado por mucho más tiempo te dejo unos consejos para prolongar su vida útil.

  • Limpiá tus joyas regularmente: Pasá un paño suave y seco para quitar el polvo o grasa. Para una limpieza más profunda, podés usar agua tibia con jabón neutro y un cepillo suave. Secalas bien con un paño limpio.
  • Guardalas por separado: Aunque el acero es resistente a rayaduras, lo ideal es guardar cada joya por separado en una bolsita o estuche, lejos de otras piezas que puedan dañarlas.
  • Evitá el contacto constante con superficies abrasivas: Aunque el acero quirúrgico es duro, un roce constante con superficies rugosas puede afectar su acabado con el tiempo.
  • Quitátelas si vas a hacer trabajos pesados o deportes: Esto evita golpes innecesarios o acumulación de sudor que, aunque no daña el acero, puede ensuciar la pieza.